¿Reapertura de 472?

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Esta Organización Sindical ha tenido conocimiento de la exigencia realizada por algunos Directivos tanto del Nivel Central, como de las Gerencias Departamentales, para el retorno de actividades presenciales no concertadas por los funcionarios, desconociendo lo estipulado en la circular 011 del 01 de junio 2020 y de la circular 070 de del 01 de julio de 2020, que privilegian el trabajo en casa, normas estas que aplican a todos los funcionarios de la CGR, sin excepción de nivel, rango o tipo de vinculación.

Por ello nos preguntamos:  Entre mostrar resultados de gestión y la vida de los funcionarios del CGR ¿Qué elige la Administración?

Aparentemente la respuesta es fácil. Se afirmará sin ambages que la administración prefiere la vida de los funcionarios; sin embargo, del dicho al hecho hay mucho trecho, como decían los mayores.

Si trasladamos lo que viene ocurriendo en el País, en donde observamos que los mandatarios, desde el presidente hasta algunos alcaldes, han adoptado decisiones que privilegian el impulso de la economía sobre la vida de los trabajadores. En un País que, a pesar del grado de desigualdad y pobreza, aún no asume la renta básica universal1 como garantía a favor de la población más vulnerable, pero ha cedido a manos llenas recursos públicos a favor de sectores económicos fortalecidos, forzoso es concluir que la respuesta al planteamiento no es tan sencilla y que en medio de engaños se encubre la verdad: Se prefiere la economía.

Esa vergonzante realidad es la que hoy nos tiene entre los primeros países de América Latina con mayor contagio y decesos registrados2, de los cuales, el sector obrero y la población vulnerable estratos 1,2 y 3, ponen la mayor cantidad de casos por una razón obvia, son quienes deben salir a trabajar o de lo contrario no cuentan con recursos para su subsistencia y la de sus familias3.

Este amplío preámbulo aplica perfectamente en nuestra entidad y otras del sector público, en donde el dilema es evidenciar resultados  o mantener por más tiempo las medidas de trabajo en casa para proteger la salud;  pues  si bien es cierto que la administración ha sido generosa en la expedición de resoluciones,  circulares, memorandos y demás normas que privilegian el trabajo en casa a través del   uso de las tecnologías;  lo cierto  es que por otros medios, se ha venido presionando el retorno a la  actividad presencial, como la que se pretende con  la reapertura de la correspondencia a través del 472, y las oficinas de Secretaria Común, lo cual  requiere necesariamente la presencia física de los funcionarios de estas  áreas, en su mayoría del nivel asistencial, sin pensar en los riesgos que estos  funcionarios asumen al trasladarse, en muchos casos, en  servicio público de transporte, desde sus hogares hasta la entidad, y que por  tratarse de una actividad de atención al público, el grado de exposición de contagio es más  alto.

Creemos que esa decisión – ojalá y no suceda- puede conllevar a generar contagios entre los trabajadores y sus familias, de los cuales la entidad tendrá que asumir las consecuencias de tal decisión, teniendo en cuenta que la mayoría de las regiones, incluyendo Bogotá, se encuentran en el famoso pico de la pandemia, y cuando el Gobierno extendió el término del aislamiento obligatorio hasta el 30 de agosto de 2020.

Por esta exigencia auspiciada por la Contraloría Delegada de Investigaciones y de algunas áreas misionales, es que desde ASCONTROL preguntamos a la Administración, ¿qué se prefiere, los resultados o la vida de sus empleados?

El afán desmedido por los resultados y el discurso mediático de que “Tenemos que seguir cumpliendo con nuestras funciones, que la función púbica no puede paralizarse, que nos aumentaron los salarios y debemos mostrar más  resultados, afirmaciones por demás irrespetuosas, como si la nivelación salarial fuera un regalo y no un derecho que deviene de la Constitución del 91, (para lo cual  siempre contamos con la férrea voluntad del Contralor en sacarla adelante) o como si los funcionarios de la CGR, no conociéramos la responsabilidad que nos compete como servidores y lo que como Organismo de Control representamos para el país. No se equivoquen. Nadie más que nosotros hemos mantenido y defendido esta entidad y el Control Fiscal. 

Sin embargo, defender y proteger la salud de los trabajadores de la CGR, no es desconocer nuestras funciones ni evadir nuestras responsabilidades, es todo lo contrario, es la entidad la que les corresponde con todos los avances tecnológicos y los altos costos en inversión en esta área, implementar todos los mecanismos para garantizar, por un lado, que los funcionarios puedan desempeñar su trabajo en casa, y por el otro, que la ciudadanía pueda acceder a los servicios de la Contraloría, a través de los medios virtuales dispuestos para ello.

Por eso, fuera de la retórica, necesitamos hechos como respuesta; de tal manera que insistimos en proteger la salud y la vida de los funcionarios privilegiando el trabajo en casa, y no acceder a presiones y a exigencias para la reapertura del 472, y las Secretarias Común, que requieren del trabajo presencial en las oficinas de la entidad. No sólo porque el Gobierno Nacional, mediante decreto 1076 del 28 de julio de 2020, extendió el aislamiento preventivo obligatorio, hasta el 30 de agosto de 2020. Es decir, es una disposición del orden Nacional, sino porque la entidad debería avanzar en la implementación de herramientas tecnológicas que hagan no solo amable y fácil el acceso a nuestra función pública por parte de la ciudadanía y en especial por los sujetos de control y los presuntos responsables fiscales sino la posibilidad de continuar el trabajo en casa para los siguientes cuatro meses tal como se contempla en la Circular 11 de 2020.

ASI MISMO, insistir a los funcionarios tal como lo manifestamos en documento anterior y  de conformidad con la circular 011 de junio 1 de 2020 y demás disposiciones Nacionales, que ningún directivo, ni del Nivel Central, ni Desconcentrado, pueden exigirle la presencia en las oficinas de la entidad,  si es mayor de 60 años, cuidadores de adultos mayores, padres/ madres con niños menores de 12 años y los  que  presenten  algunas de las enfermedades como diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedad respiratoria entre otras, de las denominadas comorbilidades.  En eso, esta Organización Sindical seguirá vigilante de la protección de los trabajadores.

Finalmente, y para reflexionar; dirán algunos directivos que, si ellos han podido desplazarse hasta las sedes de la Contraloría ¿por qué sus funcionarios, tienen miedo de hacerlo?
Pues la respuesta es sencilla, las condiciones no son las mismas, no son iguales. Pues mientras los Directivos salen desde la puerta de sus casa en vehículos particulares hasta las dependencias de la entidad y se instalan en una amplia oficina  para uso exclusivo de  él o ella, con baño privado,  el profesional y/o asistencial en la mayoría de los casos deberá desplazarse en transporte público, y  en ese interregno, interactúa con cientos de personas que igualmente han sido obligadas a salir de la seguridad y  protección de sus hogares,  y al llegar a las sedes deben  compartir cubículos, baños, impresoras, fotocopiadoras y demás elementos de oficina.

Otra gran diferencia es el sistema de salud que utilizan unos y otros. Mientras los directivos seguramente cuentan con medicina prepagada que les asegura una atención oportuna en caso de necesitarlo por causa del COVID-19, en cambio el funcionario asistencial, el Profesional en su mayoría, acudirán a su EPS, donde todos conocemos las dificultades que dicho sistema presenta y que se ha hecho más evidente a causa de la pandemia.

Lo anterior no es una crítica a los privilegios a los que tienen acceso los directivos, sino, una necesaria reflexión, para demostrar que no estamos en situaciones iguales, y ante tal desigualdad, es que debemos proteger y cuidar a los trabajadores.

CARLOS ABEL SAAVEDRA ZAFRA             ROCÍO MARGARITA PALLARES
Presidente Nacional                              Secretaria General

 

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