Democracia y reelección

Hoy, los colombianos y las colombianas nos enfrentamos nuevamente a un año electoral, época en la cual tirios y troyanos plantean diagnósticos, presentan propuestas, hacen análisis sobre las más diversas materias o asuntos de interés del conjunto  de la población. Que se necesita darle «continuidad» a la seguridad «democrática», a la «confianza inversionista» a la inversión «social» recitan por
doquier el candidato de la encrucijada y su ex ministro de guerra y persecución. Otros plantean que se debe reivindicar el camino recorrido y hacen profecía sobre cómo arreglar la problemática social y económica, que es necesario hacer algunos cambios pero no tan radicales y posan de independientes cuando han decidido, opinado y aupado las medidas de quien hoy critican. Nos encontramos aquellos que ejercen una oposición de última hora y que pretenden posar como enemigos de la reelección y reclaman independencia  de la sangre azul del derrame de sangre, pobrería, falsos positivos, exclusión social y emergencia de la salud que han ayudado a construir durante ocho años, «no hipotecamos el partido» gritan, pero han usufructuado de las mieles del poder uribista.